Escrito por Paola Gilliam, Diciembre 8, 2021
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Muchos distritos que usan la iniciativa de Opportunity Culture® atienden a un número significativo de estudiantes cuyas familias hablan principalmente español. ¿Cómo les afectó el cambio a la metodología de aprendizaje a distancia que se produjo en la primavera de 2020? y ¿tuvieron alguna experiencia educativa nueva que quisieran que continuara después de la pandemia? Para averiguarlo, entrevistamos a una madre y a su hijo provenientes de siete familias diferentes y de cinco distritos de Opportunity Culture®, desde pequeños distritos rurales hasta grandes ciudades.
Y lo que escuchamos reforzó lo que percibimos en todas las escuelas de Opportunity Culture®, con o sin pandemia: todo se reduce a las relaciones y la comunicación. Las familias nos contaron sobre los retos que enfrentaron y acerca de los éxitos que esperan que continúen. Haga clic en las flechas a continuación sobre los temas que le interesan para obtener más información.
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Victor Tebalan (derecho), Lidia Paredes, y familia.
Reto: Barreras Lingüísticas
Esther Perezla madre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis tiene un panorama de doble perspectiva sobre la respuesta de las escuelas ante el Covid. Como asistente administrativa bilingüe en la Escuela 107 Lew Wallace de Indianápolis y madre de un estudiante de primer grado de la escuela, Pérez vio de primera mano cómo la pandemia alteró las formas tradicionales de comunicación y dejó al personal en apuros.
“Al principio fue difícil para todos, para nosotros en la oficina y con todo lo relacionado con la tecnología y todo lo demás”, afirmó Pérez. Eso fue una realidad en la mayoría de las escuelas, por supuesto, pero, según Pérez, se agravó por las barreras lingüísticas en su escuela, con familias de 37 países que hablan 21 idiomas.
Al tiempo que las escuelas se esforzaban por apoyar a sus estudiantes y educadores a distancia, muchas proporcionaban tecnología y servicios de comidas. Pero algunas familias que hablan español, sobre todo al principio, se perdieron las actualizaciones de aprendizaje a distancia de la escuela, como Kania Orellana de Aguilarmadre de Derek Aguilar Orellana, Escuelas de Charlotte-Mecklenburg, la madre de un estudiante de quinto grado en las escuelas de Charlotte-Mecklenburg.
“Yo realmente no sabía que la escuela estaba dando computadores o alguna forma de [ayuda],” ella dijo, así que compró un computador nuevo para que su hijo pudiera participar en el aprendizaje en línea.
Orellana de Aguilar había planeado tomar clases de inglés en su colegio comunitario local, pero cuando los estudiantes fueron enviados a casa, tuvo que renunciar a ello.
“Para nosotras las mamás hispanas, ha sido bastante difícil por el inglés,” mencionó. “Yo tuve que dejar mis clases de inglés porque no me daba tiempo para nada.”
Kania Orellana de Aguilar: “Para nosotras las mamás hispanas, ha sido bastante difícil por el inglés. Incluso yo he buscado aquí lugares que me quedan accesible y por eso había aplicado a CPCC [un colegio comunitario] que me quedaba de 12 a 2 y del 2 yo salía para mi trabajo. Pero el niño porque iba estar en la escuela. Pero como ya no paso eso, me toco aquí en casa. Pero por lo dificultoso que era al inicio de que a él le costaba meterse [en línea] y se le caía la conexión. Tenía que estar pendiente de su tarea y yo me sentaba a veces con el a ayudarle, entonces yo tuve que dejar mis clases de inglés porque no me daba tiempo para nada.”
Maria Sarai Toromadre de Helen Toro, distrito escolar de North Little Rock, una madre del distrito escolar de North Little Rock, en Arkansas, también encontró dificultades por la barrera lingüística. Todavía estaba aprendiendo inglés después de que ella y su hija se mudaran a Estados Unidos hace tres años, pero tenía otro problema que dificultaba el apoyo a su hija con el aprendizaje a distancia.
“Me llamaban o me escribían en mensaje porque yo esas cosas de internet casi no las entiendo. Porque yo no fui a la escuela, solo fui al primer grado y sé leer,” indicó Toro.
A pesar de esta limitación, Toro ayuda a su hija en las áreas que conoce.
“Ahorita el problema que estoy teniendo con ella es que casi no puede leer y por eso es que le ha costado mucho. Pero aquí estoy con ella, tomo un libro en español y me pongo a leer con ella. Yo le digo a ella y ella repite lo que yo leo… Le complica a uno más, yo con lo que más le ayudo es con los números y con aprender a leer, de ahí yo no puedo más porque yo no fui a la escuela.”
Maria Sarai Toro: “Pero me dicen las maestras que algunas cosas, si ella—más que todo en el inglés. Ahorita el problema que estoy teniendo con ella es que casi no puede leer y por eso es que le ha costado mucho, porque se le olvida. Pero aquí estoy con ella, me pongo un libro en español y me pongo a leer con ella. Yo le digo a ella y ella repite lo que yo leo.”
Para Videncia Acosta Rodríguez y su hijo, Isaac Leonel Canales, haberse mudado en Charlotte en medio de la pandemia significó que Isaac cambiara de escuela después de haber iniciado el año escolar 2020-21. En su escuela anterior, comentó Acosta Rodríguez, ella tenía una gran conexión con una maestra que hablaba español y que la mantenía al tanto de las noticias de la escuela. Pero le costó mucho conseguir que su hijo se conectara con las clases de su nueva escuela. Incluso después de que su tío que habla inglés le ayudara a Isaac a ingresar a sus clases a distancia, no logró establecer una conexión con los maestros u otro personal de la escuela.
“Porque con estos maestros casi no hay comunicación, casi no, nada, nada,” dijo Acosta Rodríguez. “Una vez que yo llamé y yo les pregunté, me dijeron que me iban a pasar la información en español, pero nunca la pasaron…Y bueno, si uno llama a la escuela, casi solo en ingles le contestan. Y no hay comunicación pues así.”
Éxito: Un Miembro Del Personal A Quien Acudir Y Una Comunicación Regular
Contar con un miembro del personal que hablara español, como persona de contacto en la escuela, fue esencial para muchos padres durante la pandemia. Podían recibir actualizaciones de la escuela y orientación sobre tecnología, hacer preguntas sobre la educación de sus hijos y comunicar inquietudes de importancia para los maestros u otros miembros del personal.
““Yo tengo la traductora que es con la que yo hablo y contacto todo el tiempo,” dijo Antonia Rodriguez Muñozmadre de Veronica Cruz Rodriguez, escuelas del condado Vance, una madre en Vance County, Carolina del Norte. “Ella dice ‘ahorita yo investigo con la maestra a ver lo que está pasando’ y después me informa.”
El personal escolar que habla español también puede ayudar a facilitar las relaciones entre el maestro y la familia, al servir como intérprete durante las reuniones en línea entre padres y maestros.
La profesora que habla inglés del hijo de Kania Orellana de Aguilarmadre de Derek Aguilar Orellana, Escuelas de Charlotte-Mecklenburgutilizó una aplicación de mensajería que traducía del inglés al español.
“Ella nos colaboró mucho,” expresó Orellana de Aguilar. “Ella estaba pendiente de todo. Yo digo, ella hizo mucho, cualquier cosa ella se comunicaba. Si se caía el Zoom, yo le mandaba un mensaje. Ella trató de hacer todo, la verdad que sí.”
Incluso sin la barrera lingüística, para los padres que se sentían cómodos hablando inglés o que tenían un miembro de la familia que podía traducir, era reconfortante que el maestro de su hijo se comunicara regularmente con ellos y les proporcionara actualizaciones.
Esther Perez madre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis aplaude el apoyo que recibió de la maestra. “Ella siempre decía: ‘Muy bien, ¿tienes alguna pregunta? O ¿quieres quedarte aquí y hacerlo conmigo? Puedo ayudarte si no sabes cómo hacerlo’. Así que fue maravillosa.”
Una escuela puso las actualizaciones en WhatsApp para las familias, una aplicación de mensajería de uso común en otros países, que puede ser más familiar para los inmigrantes o para aquellos que la utilizan para comunicarse con familiares y amigos en otros países.
Reto: Obstáculos De Las Plataformas Tecnológicas Para Las Familias Que Hablan Español
Con el cierre de las instalaciones escolares, los educadores tuvieron que recurrir al correo electrónico, a las aplicaciones telefónicas y a otras tecnologías para comunicarse, pero los padres y los estudiantes que no tenían experiencia con estas plataformas antes de la pandemia dicen que quedaron desconcertados.
“Por medio de un password [contraseña] que les dan, no podíamos conectar así cara-a-cara con los maestros,” indicó Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombe, una madre perteneciente a escuelas públicas del Condado Edgecombe en Carolina del Norte. “Ninguno de [mis hijos] podía. Llamaba a las maestras y decía explícales por teléfono porque yo no sé.”
La información sobre cómo conectarse llegaba al correo electrónico de su esposo, pero él estaba en el trabajo y no podía ayudar a los niños a conectarse.
Al final, los profesores lograron que sus hijos se conectaran. Pero otros padres entrevistados también manifestaron que carecían de su propia dirección de correo electrónico, requerida por la mayoría de las plataformas para crear una cuenta.
“A veces la muchacha me llama y me dice, pero como me voy a meter si yo no lo entiendo, ni eso del correo [electrónico]?” expresó Maria Sarai Toro.madre de Helen Toro, distrito escolar de North Little Rock
Para ayudarle, la escuela le enviaba copias físicas del material a la hija de Toro, Helen, la cual se encontraba en quinto grado. Aunque éstas eran de utilidad, Toro afirmó que no eran capaces de terminarlas todas porque no podían entenderlas completamente. Afortunadamente, la escuela volvió a abrir sus puertas al aprendizaje presencial en otoño de 2020.
Maria Sarai Toro: “Ósea al principio de la pandemia cuando escogieron virtuales, pues ellos no pudieron porque no teníamos internet. Y por eso entonces nos mandaban las hojas de tarea que ella tenia que hacer. Bueno, las que ella podía hacia porque nosotros tampoco a veces mucho lo entendemos. Pero las que ella pudo las entregaba a la escuela.”
Cuando los padres tuvieron dificultades, con frecuencia les correspondía a sus hijos comprender el funcionamiento del aprendizaje a distancia, en plataformas que a menudo eran nuevas y desconocidas.
“Tuve que acostumbrarme al sistema ya que no sabía cómo funcionaba todo hasta que me lo explicaron mucho más”, comentó Derek Aguilar Orellana, el hijo de quinto grado de Kania Orellana de Aguilar.
Lisdenia Juárez, una estudiante de quinto grado del distrito escolar North Little Rock, también tuvo problemas con el aprendizaje en línea al principio. “No entendía qué hacer. Fue complicado.”
Éxito: Tiempo Destinado A La Formación Tecnológica
A medida que avanzaba el año escolar, la mayoría de los maestros y escuelas mejoraron en el uso de la tecnología y en la comunicación sobre cómo utilizarla durante el aprendizaje a distancia.
Los padres comentaron que apreciaban especialmente cuando las escuelas establecían un tiempo seguro, y en persona, para mostrar a los estudiantes y a sus padres cómo utilizar sus computadores portátiles y los servicios necesarios para poder recibir las clases.
“Yo por medio de cita, fui a la escuela Phillips [la secundaria de su hijo] y yo conocí a los maestros en cada clase. Y ellos le explicaron a [mi hijo] como se iban a conectar,” expresó Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombe “Cada uno pasamos a su aula y a cada uno le daban un papel donde estaba un código, dónde se van a meter a tal hora y le explican cada hora que se va a meter en línea y la hora que van a estar estudiando.”
Lidia Paredes: “Entonces yo por medio de cita, fui a la escuela Phillips [la secundaria de su hijo] y yo conocí a los maestros en cada clase. Y ellos le explicaron a el como se iban a conectar, porque ellos entienden más que yo, los niños verdad. Cada maestro le decía—hay maestros hombres también y mujeres ahí. Entonces cada uno pasamos en su aula y a cada uno le daban un papel donde estaba un código, dónde se van a meter a tal hora y le explican cada hora que se va a meter en línea y la hora que van a estar estudiando. así como el niño Victor va estar estudiando con tal maestro a tales horas y con tal maestra a tales horas y así. Ellos le explicaron eso. También le ensenaron como meterse bien al Chromebook.”
La escuela tenía intérpretes disponibles para explicarle todo en español, dijo Paredes.
Esther Perezmadre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis afirmó que el personal de la escuela también visitó a los estudiantes en sus casas para darles apoyo.
“Nuestros maestros son increíbles, iban a las casas de los niños, incluso durante la pandemia, y les ayudaban a ingresar al sistema, porque tenemos algunos niños que no tienen transporte” mencionó.
Como asistente administrativa en su escuela, también tenía experiencia en ayudar a los padres con problemas tecnológicos a través del teléfono. Tan pronto como el personal volvió a la escuela, se animaba a los padres a acudir en busca de ayuda.
En la escuela de Verónica Cruz Rodríguez, los tutoriales en vídeo para los diferentes sitios web y plataformas que los estudiantes necesitaban utilizar eran de gran ayuda, incluso para los estudiantes que se sentían conocedores de la tecnología. Verónica, una estudiante de quinto grado del condado de Vance, ha estado utilizando algunos de los programas desde el primer grado, por lo que estaba bastante familiarizada con las plataformas utilizadas para el aprendizaje a distancia.
“Hicieron un vídeo sobre cómo hacer todo, y luego algunas cosas ya las sabíamos”, afirmó. “Nos explicaron todos los detalles sobre cómo utilizar un computador”.
Lograr que la tecnología fuera sencilla y accesible ayudó a facilitar la comunicación y a evitar contratiempos tecnológicos durante el aprendizaje a distancia. La mayoría de los distritos pudieron proporcionar puntos de acceso a Internet en los vecindarios o directamente a las familias si lo necesitaban.
Las familias y los estudiantes también apreciaron que las escuelas trataran de reducir el número de sitios web y aplicaciones necesarias para realizar seguimiento al trabajo de los estudiantes.
Para simplificar las cosas, una escuela hizo que los estudiantes utilizaran el mismo enlace de Zoom para las clases con diferentes maestros, y que los maestros, y no los estudiantes, cambiaran de una clase a otra.
Reto: Ayudar A los Niños A Mantenerse Centrados En Lo Académico
Los padres notaron que era difícil mantener a los niños concentrados mientras aprendían en casa. Algunos niños tenían hermanos menores en casa los cuales eran factor de distracción. Si los maestros no lograban que los estudiantes estuvieran continuamente involucrados, podían aburrirse y perder la concentración, a veces abandonando sus clases virtuales o jugando en línea durante la clase. Para algunos estudiantes, el trabajo no era lo suficientemente exigente como para mantener su atención, mientras que otros carecían del apoyo necesario para seguir el ritmo.
Kania Orellana de Aguilarmadre de Derek Aguilar Orellana, Escuelas de Charlotte-Mecklenburg deseaba que los maestros mantuvieran a su hijo más involucrado. Se dio cuenta de que terminaba sus tareas o exámenes rápidamente, y luego tenía poco que hacer mientras sus compañeros terminaban. Ocupaba parte del tiempo con más juegos en línea de los que tenía antes de la pandemia. Reconoció lo difícil que debe ser para su hijo estar conectado todo el día, ya que ella tenía experiencia en trabajar en línea en un trabajo anterior.
“Sentí que por el cambio y [porque] no era la costumbre estar en la computadora, que era un poco cansado para los niños, un poco tedioso,” dijo Orellana de Aguilar. “Entonces, yo pensaba que es cierto los estándares académicos se tenían que cumplir, pero que no tenían que ser demasiados rigurosos porque eso causaba más estrés, y de hecho lo causó. Y yo me imaginaba uno, dos niños, tres niños, y aquí hay gente que tiene hasta cinco niños. Y entonces la gente se vio con el problema también de los computadores y que no podían estar atendiendo a uno u otro porque siempre necesitaban ayuda.”
Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombe también pudo comprobar que, mientras su hijo de sexto grado solía mantenerse concentrado en clase, sus otros dos hijos parecían distraerse con mucha más frecuencia. Uno de sus hijos, que tenía problemas académicos, la preocupaba particularmente durante el aprendizaje a distancia. Y a pesar de intentar mantener un ambiente de aprendizaje tranquilo en casa, era difícil eliminar todas las distracciones, como una hermana menor que quería estar con ellos.
Esther Perezmadre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis dijo que, aunque las cosas mejoraron con el tiempo, cuando empezó el aprendizaje virtual, su hijo “se estresaba mucho, como por estar en casa todo el tiempo y luego, estar frente a la cámara durante horas, era realmente difícil”. Según ella, su hijo se sentía muy ansioso e incapaz de concentrarse, por lo que necesitaba moverse, algo que también escuchó de muchos otros estudiantes.
Incluso los estudiantes que se sentían comprometidos con sus clases virtuales compartieron lo pesado que era el aprendizaje en línea.
“No me gusta sentarme en casa frente a una computadora”, señaló Víctor Tebalán, hijo de Paredes de sexto grado. “No quiero sentarme frente a una computadora porque es un poco aburrido”.
Éxito: Estrategias Para Un Aprendizaje A Distancia Más Interactivo
Aunque varios padres destacaron la dificultad de mantener a sus hijos participando activamente, las familias también vieron mejoras en este aspecto. Tanto los padres como los maestros notaron rápidamente que los estudiantes necesitaban un descanso de los largos periodos de aprendizaje a distancia, y muchos hicieron ajustes desde la primavera de 2020, cuando el enfoque era resolver los problemas tecnológicos con miras al siguiente semestre de otoño. Esther Perezmadre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis explicó que el maestro de su hijo empezó a incorporar algunos “descansos cerebrales” divertidos.
Esther Perez: “Cuando empezamos a ser virtuales, él se estaba poniendo muy estresado, estar en casa todo el tiempo, y luego estar frente a la cámara por horas, fue muy difícil. Entonces él decía cosas como, ‘tengo que ir al baño’ y él estaba como moviéndose y estaba como, como muy ansioso y sin concentrarse, y sé por otros padres que era lo mismo con la mayoría de los niños. Así que los padres no estaban muy contentos con eso, pero por supuesto estábamos sanos y mejoró. Para él, el segundo comienzo del semestre cuando volvimos virtuales hubo una gran diferencia, Quiero decir, estaba emocionado, se despertaba, se arreglaba, desayunaba. Y luego el horario era más, había más descansos. Como la maestra, su maestra es increíble, ella les estaba diciendo, ‘está bien, bailemos durante diez minutos’, así que estuvieron como bailando y jugando y cantando por diez minutos y luego, regresaron a clase y trabaja.”
Brandon Weaver: “Dicen que es un ‘descanso cerebral.’”
Esther: “Es un descanso cerebral, sí, así que fue mucho mejor.”
“Para él, el segundo comienzo del semestre cuando nos volvimos virtuales, hubo una gran diferencia”, afirmó. “Quiero decir, estaba emocionado, se despertaba, se arreglaba, desayunaba… Su maestra es increible. Ella les estaba diciendo, ‘está bien, bailemos durante diez minutos,’ así que estuvieron como bailando y jugando y cantando por diez minutos y luego, regresaron a clase y trabaja.”
Otros maestros fomentaban la participación de sus estudiantes incorporando juegos a las actividades de clase o utilizándolos como recompensa por terminar el trabajo antes de tiempo.
Los estudiantes dijeron que les gustaba recibir reconocimientos o recompensas por mantenerse motivados, completar el trabajo y asistir con regularidad. Incluso algunos estudiantes tenían maestros que entregaban o enviaban por correo diplomas, certificados y premios.
Los estudiantes notaron y apreciaron que los maestros conservaran una sensación de normalidad y mantuvieran las rutinas habituales.
“Me saludaban todas las mañanas, y nunca faltaban los buenos días o las buenas tardes”, dijo Víctor Tebalán.
Los estudiantes manifestaron que también ayudó que los maestros reconocieran lo difícil que es la pandemia y mostraran compasión.
“[Mi maestra] mostró mucho esfuerzo, y no dejaba de decirnos: ‘Sé que es difícil para ustedes, porque están en un ambiente diferente al de la escuela'”, indicó Derek Aguilar Orellana. “Nos repetía: ‘no pasa nada por tomarse su tiempo’… como en el caso de que te sintieras frustrado, o algo, o que algo no te funcionara, tómate un pequeño descanso mental”.
Éxito: Apoyo Académico Adicional
Algunas escuelas pudieron crear apoyos académicos para los estudiantes durante el aprendizaje a distancia y la pandemia.
En el condado de Vance, Verónica Cruz Rodríguez fue a un campamento de verano virtual en 2020 que dividió a los estudiantes en dos grupos centrados en la lectura durante la parte académica del día.
“Nos ayudaban con, por ejemplo, la definición de las palabras, los personajes, las palabras grandes y largas y todo eso. Y una vez que salíamos del grupo, volvíamos a juntarnos, y salíamos fuera cada vez que estábamos a punto de terminar; jugábamos como a un juego de Kahoot”.
La madre de Verónica comprobó que el campamento virtual reforzó el aprendizaje de su hija.
“Yo digo que sí se divirtieron, aunque estuvieron en casa, ¿verdad?” afirmó ella. “Le trajeron unos regalos, como ella fue la que salió en primer lugar en las clases de verano, y sí, lo disfrutaron también porque ahí estaban contentas estudiando.”
Las Escuelas Públicas del Condado de Edgecombe iniciaron un programa de pequeños centros de aprendizaje durante la enseñanza a distancia. Un pequeño grupo de estudiantes podía ir a una escuela para recibir apoyo académico presencial por parte de los maestros. Uno de los hijos de Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombetenía problemas académicos durante el aprendizaje a distancia, y un maestro le recomendó que asistiera al centro.
Cuando los estudiantes empezaron a volver al aprendizaje presencial, algunas escuelas también ofrecieron tutorías a los alumnos.
Reto: Enfermedad Y Aislamiento
A pesar de la soledad y las frustraciones del aprendizaje a distancia, las familias fueron conscientes de la necesidad de mantenerse a salvo del COVID y del estrés que generaba el miedo a contagiarse.
“Me sentí preocupada y luego, de alguna manera, la maestra dijo: ‘Pueden encontrar información sobre este virus’, y vi que podía llegar tan fuerte [y] que podía afectar a mucha gente”, comentó Verónica Cruz Rodríguez.
Kania Orellana de Aguilar: “Porque lo que sucede por el cambio brusco y la situación que estaba, los niños, bueno en lo personal el mío y compartiendo con otras compañeras o personas que conozco, el miedo—lo primero es el miedo, ¿verdad? A veces superar ese balance del miedo con la realidad y irse acostumbrando poco a poco. Creo nos pasa a todos. Entonces teníamos esa situación. Mi niño no quería salir ni a la puerta. Por bastante tiempo decía que no porque ahí estaba el coronavirus y que se iba morir.“
Para Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombe , los temores se hicieron realidad cuando dio positivo en febrero de 2021.
“Le dije yo a mi esposo, ‘Con que yo tenga, yo creo que todos en casa tienen porque estamos viviendo en la misma casa.’”
El distrito escolar de sus hijos había comenzado con el aprendizaje presencial el mes anterior.
“A mí me pusieron en cuarentena, no pude salir de la casa y los niños tampoco. Ya no los mandé a la escuela, pero los mandé a hacerse la prueba, y en esos días pasó algo que no esperaba yo.”
Poco después de que diera positivo en la prueba de COVID y su familia estuviera en cuarentena, explicó Paredes, el Internet de su zona dejó de funcionar, por lo que sus hijos perdieron la posibilidad de estudiar a distancia durante tres días. El distrito les envió paquetes de trabajo escolar, pero su aislamiento continuó durante un total de 20 días después de que todos dieran positivo en la prueba de COVID.
Lidia Paredes: “Yo me comuniqué con una maestra y le dije ‘hay algo que está pasando grave.’ Le dije: ‘Yo estoy positive al virus y los niños también. No tenemos internet ni teléfono de casa, solo celular de mi esposo y mi celular.’ Y le dije, ‘No podemos hacer nada. Los niños no pueden estudiar porque yo no los puedo llevar a ningún lado porque están contagiados.’ Y en la casa le dije yo que vamos a esperar hasta que llegué la señal. Y la maestra me dijo, ‘Esta bien, no te preocupes. Ahí que estén en la casa nomas que hagan tarea como en libros o hojas.’”
Para dos de los estudiantes entrevistados, un cambio de escuela a mitad de la pandemia, junto con la metodología de aprendizaje a distancia, acentuaron el proceso de adaptación habitual a la escuela.
Derek Aguilar Orellana se había mudado de Nueva Jersey a Charlotte en 2019, y se trasladó a una segunda escuela en el distrito para el año escolar 2020-21.
“Y me dijo que no quería ir a esa escuela, él quería seguir en la otra,” expresó su madre, Kania Orellana de Aguilar. “No fue fácil, me entiendes, por la situación.”
Todos los padres dijeron que sus hijos querían volver a las aulas.
“Quería volver a la escuela porque los maestros estaban deseando que volviéramos”, afirmó Víctor Tebalán. “Nos echaban de menos a todos porque querían que sus clases estuvieran llenas de estudiantes”.
Incluso los padres que estaban preocupados por enviar a sus hijos de vuelta a la enseñanza presencial a menudo cedían ante la felicidad de sus hijos.
“Yo la puse [en la escuela] porque se aburre mucho al estar en casa, ella es muy hiperactiva,” dijo Maria Sarai Toromadre de Helen Toro, distrito escolar de North Little Rock sobre su hija. “Ella lloraba mucho y decía que quería ir a la escuela, que no se quería quedar.”
Aunque Antonia Rodríguez Muñoz, la madre de Verónica, estaba satisfecha con la experiencia de aprendizaje a distancia de su hija, sabía lo que le hacía falta.
“Ellos se pierden de muchas amistades allá, convivir con los niños, jugar, y aquí nomás estar estudiando,” afirmó. “No es lo mismo.”
Aunque las escuelas ofrecían servicios, como comidas gratuitas, durante el aprendizaje remoto, algunos padres aún enfrentaban desafíos para acceder a ellos.
Esther Perez: “Sé que un hecho que impidió que algunos estudiantes y padres dejaran a los niños en casa también es la comida, como el almuerzo o el desayuno; si van a la escuela tienen la opción, desayunan y almuerzan, y tenemos muchos niños de diferente estatus y algunos de ellos, quiero decir, si no van a la escuela a veces no tienen acceso a todas las comidas, entonces es difícil. Sé que ofrecen comida y todo, pero a veces el transporte para los padres es difícil.”
Éxito: Amabilidad Y Conexión Por Parte De Los Educadores Y El Personal De La Escuela
Incluso con todo lo que las familias tenían que manejar en casa, los padres afirmaron que confiaban en que las escuelas y los educadores hacían todo lo posible. Muchos apreciaban los esfuerzos que las escuelas y los educadores hacían para apoyarlos. Se dieron cuenta que un buen maestro era capaz de mejorar el estado de ánimo de sus estudiantes, incluso durante el aprendizaje virtual.
Las familias y los estudiantes destacaron constantemente la amabilidad y la ayuda de los educadores y del personal durante la pandemia. A pesar del tiempo que les llevó a todos adaptarse a la vida durante la pandemia, la compasión y la paciencia que las escuelas y las familias se mostraron mutuamente mejoraron las experiencias de las familias con las escuelas, fortaleciendo sus vínculos.
“Todos estamos aprendiendo mucho: la comunidad y las escuelas”, señaló Esther Perezmadre de Brandon Weaver, Escuelas Públicas de Indianápolis. “Nuestros maestros también son increíbles”. Los maestros entregaron libros, materiales y premios a sus estudiantes, para fomentar la paciencia y la motivación entre todos los involucrados.
Para Kania Orellana de Aguilarmadre de Derek Aguilar Orellana, Escuelas de Charlotte-Mecklenburg, cuyo hijo acababa de empezar en una nueva escuela, fue reconfortante sentirse acogidos, especialmente durante la pandemia.
“Y la atención las veces que fui inicialmente en persona, fui bien atendida por la secretaria y todo. Fue buena la atención, como le digo por la situación del caso con el temor y todo,” afirmó.
Si bien ella y su familia estuvieron en cuarentena mientras estaban enfermos de Covid, Lidia Paredesmadre de Victor Tebalan, escuelas públicas del condado de Edgecombe se sorprendió y conmovió por la amabilidad del personal de la escuela de su hijo.
“Ellas me llamaban y estaban preocupadas por [mi hijo] y le mandaban cartas,” indicó. “Le dejaron una carta que esperaban verlo pronto. Se preocuparon por él porque le trajeron sus cositas ahí, un té de limón con cositas, y si era lo que les estaba dando yo cuando estaban enfermos todos… Y eso fue lo que me gustó de la escuela. Algo que nunca había pasado porque no habíamos estado en pandemia.”
Éxito: Creación De Potencial Para El Aprendizaje A Distancia En El Futuro
Aunque todos los estudiantes estaban entusiasmados por volver a las clases en persona, varios padres reconocieron la utilidad que podría tener el aprendizaje a distancia a futuro.
Cuando algunos distritos tuvieron que hacer frente a condiciones meteorológicas adversas, la enseñanza a distancia fue más accesible, lo que hizo que los padres se sintieran agradecidos de que sus hijos pudieran permanecer a salvo y aprender en casa.
Los padres también mencionaron que una opción de aprendizaje a distancia sería útil para los días en que los estudiantes tienen citas médicas, evitando que los padres tengan que hacer varios viajes a la escuela. Del mismo modo, un padre mencionó que el aprendizaje a distancia podría ser útil para las familias con problemas de transporte.
Lidia Paredes: “Le dije ahora van a estudiar en casa. Fijase que está bien las dos cosas. Estar estudiando en la escuela y aquí por si algo así como una enfermedad como esta, no podemos ver a nadie, no podemos salir de casa. Entonces en internet.”
Conozca A Las Familias Que Entrevistamos
Dos familias tenían estudiantes en las escuelas de Charlotte-Mecklenburg, el mayor distrito escolar de Carolina del Norte, que atiende a más de 147.000 estudiantes, de los cuales alrededor del 13% son estudiantes de inglés como segundo idioma.
Cuando el distrito pasó a funcionar de forma remota en la primavera de 2020, continuó proporcionando comidas, tecnología y puntos de acceso a Internet para uso de las familias en caso de ser necesarios. El distrito regreso al aprendizaje presencial en su totalidad en marzo de 2021.
Derek Aguilar Orellana estaba en quinto grado al momento de su entrevista. Su madre, Kania Orellana de Aguilar, cuya entrevista se realizó en español, trabaja por las noches y era la persona que más ayudaba a Derek con el aprendizaje a distancia en casa. Ella tenía previsto tomar clases de inglés en su colegio comunitario local, pero tuvo que dejar de hacerlo para apoyar a Derek con el aprendizaje en línea. Su esposo trabaja durante el día y domina el inglés.
Después de que la familia se trasladara de Nueva Jersey a Charlotte antes de la llegada del COVID, volvieron a mudarse durante la pandemia, lo que hizo que Derek empezara el quinto grado en otra escuela. En Nueva Jersey, recibió una beca para jugar en un equipo de fútbol de competición, pero sus padres han tenido problemas para encontrar un nuevo equipo al que Derek pueda unirse en Charlotte. Derek habla con fluidez tanto el inglés como el español y fue entrevistado en inglés. Tiene un hermano de 24 años.
Isaac Leonel Canales estaba en tercer grado cuando fue entrevistado con su madre, ambos en español. Su madre, Videncia Acosta Rodríguez, era la persona que más apoyaba a Isaac mientras asistía a la escuela a distancia. Ella tiene un hermano cuyos hijos asisten a la misma escuela, el cual traducía los mensajes de los maestros de Isaac y ayudaba a la familia a mantenerse conectada con la escuela.
Isaac se trasladó de una escuela de Charlotte-Mecklenburg a otra en octubre de 2020. Comentó que una vez que regresó a la escuela en persona, se sintió más cómodo con el inglés. Tiene una hermana en edad preescolar.
Isaac Leonel Canales y su familia
Víctor Tebalán estaba en sexto grado en las escuelas públicas del Condado de Edgecombe cuando fue entrevistado. Su madre, Lidia Paredes, era la persona que más apoyaba a Víctor y a sus hermanos en el aprendizaje a distancia. Fue entrevistada en español.
Las escuelas públicas del condado de Edgecombe, un distrito rural de Carolina del Norte que atiende a más de 6.000 estudiantes, proporcionaron puntos de acceso a Internet en todo el distrito durante el cierre de las escuelas, distribuyeron tecnología a los estudiantes y entregaron comidas a las familias dos veces por semana. El distrito también proporcionó apoyo presencial a los estudiantes que lo necesitaban mediante la creación de centros de aprendizaje, pequeños grupos de estudiantes apoyados por educadores durante el aprendizaje a distancia. El distrito regreso al aprendizaje presencial en enero de 2021.
Víctor, que fue entrevistado en inglés, tiene un hermano menor y otro mayor también en el distrito, y una hermana en edad preescolar. Uno de sus hermanos asistió a un centro de aprendizaje durante la pandemia.
Victor Tebalan
Brandon Weaver estaba en segundo grado en las escuelas públicas de Indianápolis cuando fue entrevistado; su madre, Esther Pérez, es asistente administrativa en la escuela de Brandon, y su puesto pasó a funcionar de manera remota junto con el resto de la escuela en la primavera de 2020. Ella volvió a trabajar en persona antes de que la escuela volviera a abrir a los estudiantes. Tanto ella como Brandon dominan el español y el inglés y fueron entrevistados en inglés. Brandon tiene hermanos adultos.
Las escuelas públicas de Indianápolis, el segundo distrito escolar más grande de Indiana, atiende a unos 23.000 estudiantes, de los cuales alrededor del 22% son estudiantes de inglés como segundo idioma. El distrito distribuyó comidas desde los estacionamientos de las escuelas cuando éstas cerraron; las clases presenciales se reanudaron en febrero de 2021.
Dos familias tenían estudiantes en el distrito escolar de North Little Rock, que atiende a unos 9.000 alumnos. El distrito de Arkansas proporcionó comidas, computadores y puntos de acceso a Internet para las familias, según su necesidad, durante el cierre de las escuelas; los estudiantes volvieron a la enseñanza presencial en otoño de 2020.
Lisdenia Juárez estaba en quinto grado cuando fue entrevistada; domina el español y el inglés y fue entrevistada en español junto con su madre, Jeidy Santos.
Helen Toro estaba en quinto grado cuando fue entrevistada en español junto con su madre, María Sarai. María Sarai, que fue entrevistada en español, era la persona que más apoyaba a Helen en el aprendizaje a distancia. Helen tiene un hermano de ocho años que también asiste a la escuela en el distrito y un hermano de tres años.
Helen Toro y su madre, Maria Sarai
Verónica Cruz Rodríguez estaba en quinto grado en las escuelas del condado de Vance cuando fue entrevistada en inglés; su madre, Antonia Rodríguez Muñoz, fue entrevistada en español. Verónica tiene una hermana mayor de edad y otras dos hermanas en las escuelas del distrito, una en secundaria y otra en primaria.
Las escuelas del condado de Vance, un distrito rural de Carolina del Norte situado en la frontera con Virginia, atienden a unos 6.000 estudiantes, de los que aproximadamente el 14% son estudiantes de inglés como segundo idioma. El distrito proporcionó comidas y computadores portátiles para que las familias los recogieran durante el cierre de las escuelas, y dispuso autobuses con conexión wifi en todo el distrito. La escuela volvió al aprendizaje presencial en marzo de 2021.
Veronica Cruz Rodriguez y su madre, Antonia